Amy es una niña de 5 años de edad que vive en la ciudad de Puno junto a su padre, su madre, y sus dos hermanos mayores de 22 y 9 años. 

Ella es parte de una familia muy bien constituida y religiosa. Su condición es la de parálisis cerebral y paraplejia, a raíz de un accidente automovilístico que tuvo a los 8 meses de vida. 

Esta condición con la cual convive Amy, no le permite tener autonomía motriz, hablar o tener interacciones significativas con su entorno. 

Su padre Nortman narra que ha sido y continúa siendo, muy duro para la familia la condición de su pequeña, ya que ella nació sana y fue un accidente la que la puso en esta situación. 

La pequeña Amy es muy jovial: ama la música, la escucha casi todo el día y puede saltar por horas en el sofá o en la cama. Al saber su familia que esto es algo sin lo que Amy no puede estar: casi siempre hay música en la casa, canciones de todo género que le alegran el día.

Amy y su familia han recibido soporte socioemocional, educativo y legal gracias al programa de Sense Internacional Perú – SIP que busca mejorar las oportunidades de aprendizaje de niños y niñas que viven con una condición de discapacidad. El señor Nortman, nos cuenta que ha seguido los consejos de la asesora educativa de SIP, lo cual hacen las jornadas de su hija un poco más dinámicas, en pleno contexto de aislamiento por la pandemia.

Por otro lado,  nos comenta el gran soporte que ha significado para él entrar en contacto con otros padres y madres de familia del grupo de SIP que tienen realidades parecidas a la suya – como la discriminación que ha pasado con su hija en lugares públicos por su condición de discapacidad. 

El diagnóstico de Amy es incierto para sus padres, ellos aún están en la búsqueda de un buen especialista para ella. Ellos aspiran a que Amy  logre comunicarse y desarrollar cierta autonomía para su propio bienestar.